Por Tatiane dos Anios
La población negra brasileña carga en su historia la herencia y el dolor de “ser negro o negra” en el país que más mata y encarcela negros en el mundo. La juventud es la mayor víctima de este racismo estructural e institucional, que selecciona y excluye a los niñas, niñas, adolescentes y jóvenes del derecho de la vida.
En la actualidad, de cada 100 personas asesinadas en Brasil, 71 son negras. El Atlas de la Violencia 2017, lanzado en junio pasado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) y el Foro Brasileño de Seguridad Pública, revela que hombres jóvenes, negros y de baja escolaridad, son las principales víctimas de muertes violentas en Brasil. La población negra representa a la mayoría (78,9%) del 10% de individuos con más probabilidades de ser víctimas de homicidios.
Para João Aleixo, un joven de 25 años, educador social e integrante del MJPOP (Monitoreo Joven de Políticas Públicas) de World Vision Brasil, los prejuicios siempre estuvieron presentes en su día a día.
Morador del barrio Uruguay, en la ciudad de Salvador, João tiene muchas historias sobre racismo para contar. Una de las que más lo marcaron ocurrió en 2013, cuando estaba frente a una iglesia por la noche esperando el inicio de la misa y saludó a dos señoras que también estaban en el lugar. “Después de que la iglesia se abrió y me senté en uno de los bancos, un policía entró, me pidió poner las manos en la cabeza, me revisó y fui arrastrado fuera de la iglesia. Luego, fui seguido por más de 500 metros por ese mismo hombre. Me sentí sin posibilidad de defensa y violado en mi derecho de estar en aquel lugar como cualquier otra persona”, recuerda João.
Los jóvenes que están siendo exterminados en Brasil, “son de cierta edad, color y clase social”. Son jóvenes con sueños y esperanzas que – para fines estadísticos – se han convertido solamente en números, y no en parte de la reflexión para la transformación de la realidad. Por lo tanto, es importante señalar algunos caminos como la educación, el trabajo social y la garantía de derechos para transformar la sociedad en más justa e igualitaria, principalmente, para la población negra del Brasil.
Acerca del MJPOP
El movimiento “Monitoreo Joven de Políticas Públicas” de World Vision Brasil – MJPOP – inició sus actividades en el año 2007, en la ciudad de Río de Janeiro, con un grupo de adolescentes y jóvenes de la comunidad ‘Complexo do Lins’. El movimiento de participación infanto-juvenil MJPOP está presente actualmente en 11 estados brasileños alcanzando a cerca de 7.000 adolescentes y jóvenes en la aplicación de su metodología, realizando acciones relevantes en la causa del combate a la violencia, sobre todo, al exterminio de la juventud negra en Brasil. En 2011, la metodología MJPOP fue certificada como tecnología social por la Fundación Banco do Brasil, y entre 2013 y 2015, la movilización de adolescentes y jóvenes del MJPOP en torno a la defensa de los consejos tutelares en la ciudad de Fortaleza, posibilitó la regulación local de la ley nacional que prevé la existencia de un consejo por cada 100 mil habitantes. A partir de la intervención del MJPOP, 2 nuevos consejos tutelares fueron implantados en 2016, beneficiando a cerca de 200 mil familias locales y la protección de sus niños.
La autora es Articuladora Regional de Juventudes, World Vision Brasil