Heydi Ortega Orozco
Oficial de Comunicación de Impacto
El día de trabajo inició más temprano que de costumbre. Vimos el cielo pasar de oscuro a claro y muchos recibimos el nuevo día a las 5:30 a.m. en el parqueo de la oficina de World Vision en Managua, verificando que todos los vehículos estuvieran listos para la jornada laboral en las comunidades.
Eran las 6:15 a.m. cuando nos reunimos para formar un círculo, orar y entregar el plan de viaje y el plan semanal de trabajo. Éramos seis colaboradores de la oficina de Managua, que de forma voluntaria, decidimos acompañar la primera entrega de Kits de Protección y Ternura en varias comunidades de Matagalpa.
El tiempo en las carreteras pasa lento, sin embargo, era hermoso ver una caravana de cinco camionetas de la organización repleta de kits que tenían un objetivo: Promover la autoprotección y la crianza con ternura en los hogares de la niñez y adolescencia que acompaña World Vision.
Los Kits de Protección y Ternura para niñas y niños de 0-5 años estaban conformados por un Calendario de la Ternura que fomenta, con una actividad diaria, una crianza amorosa por parte de los padres hacia los hijos; mientras que los kits para niños de 6-18 años estaban equipados con diversos materiales con información y ejercicios acerca de la autoestima, derechos, responsabilidades, igualdad de género, sexualidad, plan de vida, convivencia con ternura, comunicación, prevención de bullying, autoprotección, prevención de la trata de personas y uso seguro de la tecnología digital organizada.
Los kits también contenían materiales de recreación como blocks de hojas de colores, lápices de colores, balones de fútbol y otros materiales de distracción.
En cuatro camionetas iba una sola persona y en una iban dos, esto porque al llegar a cierto punto, nos reuniríamos con el personal y voluntarios de comunidades de Matagalpa; por motivos de seguridad ante el COVID-19, la organización tomó la decisión de permitir un máximo de cuatro personas en un vehículo.
A las 10:30 a.m. arribamos al punto de reunión. Ahí nos esperaban un grupo de seis colaborares de Matagalpa y seis voluntarios que nos guiarían a las comunidades. Antes de salir, repasamos las medidas de seguridad, la ruta y el equipo que iba a tomar cada vehículo.
La experiencia de viajar a las comunidades usando mascarillas y guantes por primera vez fue todo un reto. Fue incómodo y el calor no ayudaba mucho, pero bastó con recordar que lo hacíamos por el bienestar de la niñez para aceptarlo.
Finalmente, a las 12:45 p.m. llegamos a la comunidad. Fuimos recibidos por un grupo de seis a ocho voluntarios comunitarios, quienes son nuestros socios y mano derecha en la ejecución de nuestras actividades y proyectos.
Una vez más, compartimos los protocolos de higiene y seguridad con el personal, voluntarios, madres y padres de familia y se procedió a entregar los Kits de Protección y Ternura. Nuestros voluntarios llenando las listas de entrega, el personal bajando los kits de los vehículos y supervisando que se cumpliese el metro y medio de distancia que se había acordado.
Las niñas y niños recibían sus paquetes con una alegría desbordante, los padres leían los calendarios de la ternura y sonreían con cierta pena. Este panorama fue la parte más hermosa de nuestro día de trabajo.
A las 3:30 p.m. salimos a almorzar y a evaluar el primer día de trabajo. En el transcurso del mes, se entregarán 38,351 Kits de Protección y Ternura en los 10 departamentos donde World Vision tiene presencia.
A mí me tocó regresarme a Managua. Inicié el trayecto de regreso a las 4:30 p.m. Dejé a mis colegas sintiéndome orgullosa de ellas y ellos, sabiéndonos transformadores de vidas y agradecida con Dios por darme la oportunidad de pertenecer a World Vision, una familia comprometida con la niñez más vulnerable.
La recompensa es siempre emocional y espiritual
Mi día terminó a las 7:40 p.m., cuando regresé a casa y puedo asegurarles que no hay cansancio tras 9 o 10 horas de manejo o 12 horas de trabajo que valgan cuando por amor y compromiso se aporta al bienestar integral de la niñez.
Cada viaje a las comunidades donde viven las niñas, niños y adolescentes que acompañamos es siempre para mí una mezcla de emociones. Cuando pasamos por las vías angostas, polvosas y pobres de las comunidades, las niñas y niños salen al lado del camino al ver el vehículo que se aproxima. Tan pronto ven nuestro logo en las camionetas, nos saludan, nos sonríen y en ocasiones hasta saltan dándonos la bienvenida.
La realidad en estas comunidades es muy distinta a la que estamos acostumbrados. Es reconocer necesidades, que en nuestros hogares, barrios, repartos o residenciales, rara vez vamos a experimentar. Es ver la felicidad en los ojos de las y los más pequeños al recibir un kit con libros, colores, etc., pero, sobre todo, es percibir el cambio que se está gestando en ellos.
Es una generación de niñas, niños y adolescentes conscientes de sus derechos, líderes en sus comunidades, vinculados con cada proyecto que ejecutamos y obstinados en forjar un mejor futuro, uno, que va más allá de lo que podemos imaginar. Son también una generación de padres y madres conscientes de la necesidad de un cambio en las relaciones familiares, de velar integralmente por el bienestar de sus hijas e hijos.
No te quedés atrás ¡Sé parte!
Como parte de esta misión en la que entregaremos más de 38 mil kits de Protección y Ternura a nuestra niñez y adolescencia patrocinada, iniciamos una campaña de recaudación para llevar estos kits a más niñas, niños y adolescentes de las comunidades más vulnerables del país.
Doná un kit de Protección y Ternura y despertá la felicidad en una niña, niño o adolescente y en sus padres el compromiso de una crianza con ternura.
17 abril 2020
Admiro el deseo de compartir con los mas vulnerables de las comunidades donde ustedes tienen presencia. Y donde Visión Mundial hace suya la Mision y Vision de la Organización como tal. Verdaderamente, yo también viví por años esa experiencia de llegar a los lugares mas recónditos de nuestro país donde el cansancio no existe cuando se tiene consciencia de que el trabajo que desempeñas viene a favorecer a las familias de esas comunidades. Ver esa mirada de esperanza de nas mujeres, de los campesinos, esa sonrisa y esa mano que estrechan cuando saludan y te abren las puertas de su casa, sentir esa hospitalidad, ese ofrecimiento de un vaso de agua. Ver la sonrisa asomada en la timidez de los niños que se acercan para saber que te motiva a visitarlos, en fin, son recuerdos que se tatúan en el alma, y donde solo te hace sentirte comprometido con siempre tener esa vocación de servicio, les felicito a todo ese equipo que se organizó a brindar esos kits de protección y que Dios los siga bendiciendo grandemente. Nicaragua estara siempre agradecida con su programa de asistencia social.
24 abril 2020
Nos pueden compartir el calendario y cartilla de ternura para de manera personal realizarla con mi hijo. gracias