noviembre 18 2020
Devastación tras el impacto del huracán Eta en Nicaragua.

Evacuaciones masivas y saturación de albergues por Huracán Iota podría exacerbar contagios de COVID-19

El huracán Iota barrió violentamente las comunidades del Caribe hondureño y nicaragüense e inundó comunidades rurales y ciudades en ambas naciones. En total, 4.339.887 personas han sido afectadas en Centroamérica por el fenómeno, que se degradó ya a tormenta tropical. En previsión a su impacto, 423.147 personas fueron evacuadas en toda la región, según la más reciente actualización de OCHA.

La agencia humanitaria internacional, World Vision, está lista para proveer asistencia humanitaria a aproximadamente 125.000 familias. Sin embargo, los datos de los daños causados por el fenómeno todavía son preliminares. Hay decenas de comunidades aisladas debido a la destrucción de caminos, el colapso de puentes y el elevado nivel del agua.

Inundaciones causadas por el paso del Huracán Iota en Nicaragua.
FOTO: Inundaciones causadas por el paso del Huracán Iota en Nicaragua.

“Iota dañó severamente la infraestructura productiva, instalaciones de salud, escuelas e impactó el turismo, una fuente central de ingresos para muchos. No tenemos reportes aún del impacto de Iota sobre las poblaciones indígenas en la costa Caribe de Centroamérica”, explicó José Nelson Chávez, Asesor Regional de Emergencias de World Vision en Latinoamérica y el Caribe.

Chávez explicó, que, de los 4,3 millones de personas afectadas en Centroamérica, 3.011.760 están en Honduras, 1.198.117 en Guatemala y 130.000 en El Salvador, de acuerdo con información de OCHA. En Nicaragua se informa de la muerte de dos niños –de 8 y 11 años- arrastrados por una corriente en Santa Teresa, departamento de Carazo.

“Todos los programas de área de World Vision Honduras, en donde procuramos la protección y bienestar de los niños y niñas más vulnerables, serán afectados por este devastador huracán”, aseguró Karen Ramos, Directora de Relacionamiento Público de World Vision en Honduras.

“Estamos especialmente preocupados por la situación de 73.158 personas, incluyendo a miles de niños y niñas, que están en albergues temporales. La evacuación masiva de millares, el limitado acceso a agua potable y el potencial hacinamiento amenaza a miles de familias de contagiarse con COVID-19. Las dificultades en esos centros temporales ya están causando incluso incidentes de violencia contra los niños y niñas. El sufrimiento de las familias causado por la pérdida de sus hogares, cultivos y animales es más pesado todavía, cuando añadimos el riesgo de enfermarse”, indicó Chávez.

“Más de 50,000 familias están en albergues, en Bilwi (en la costa Caribe de Nicaragua), muchas de ellas están hacinadas y tememos que se puedan incrementar los contagios de COVID-19. Hay que recordar que estas familias recién experimentaron el efecto del huracán Eta. Están en shock, muy vulnerables y experimentando muchas necesidades (…) la costa Caribe está sin luz, lo que dificulta la comunicación. Los equipos de respuesta se encuentran agotados, porque están lidiando con los efectos que dejó Eta y ahora están ya atendiendo los estragos del huracán Iota, que aún no se cuantifican, porque las lluvias y los vientos son muy fuertes en la zona del Caribe”, aseveró Vittoria Peñalba, Directora de Sostenibilidad de World Vision en Nicaragua.

World Vision está contribuyendo con la provisión de agua limpia, kits de higiene, frazadas y otros elementos básicos. Además, está proveyendo ayuda psicosocial a los niños y niñas y sus cuidadores en el marco de esta emergencia.

Familia beneficiada por World Vision tras ser afectada por el paso del Huracán Eta.
FOTO: Familia beneficiada por World Vision.

Guatemala y El Salvador ya están comenzando a sentir los efectos iniciales de Iota, cuyas bandas de nubosidad y lluvias se extienden desde Costa Rica, hasta Guatemala. “Está empezando a llover”, dijo Verónica Franco, a voluntaria de WV en San Miguel, El Salvador.

“En este contexto de emergencia, donde la población se encuentra en alto nivel de estrés y ansiedad por falta de recursos e inseguridad, para World Vision la protección de la niñez y la adolescencia está al centro. Las niñas, niños y adolescentes no deben ser visibilizados, sino protegidos, cuidados y amados”, expresó Laura del Valle, Director Nacional de World Vision El Salvador.

“Estamos listos para proveer ayuda humanitaria a las familias afectadas por Iota. Pero desde ya nos estamos movilizando para lograr apoyo económico y en especie. Nuestra mayor preocupación es que la crecida de los ríos vuelva a inundar los hogares de cientos de personas y que los suelos que ya están saturados de agua, puedan causar deslizamientos y afectar poblaciones enteras. Oramos para que Dios proteja a los miles de guatemaltecos en situación de vulnerabilidad ante la llegada de Iota”, concluyó Yván Castro, Subdirector World Vision Guatemala.

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