Al norte de Nicaragua, entre cerros, pinares e imponentes montañas, existen fuentes subterráneas de aguas milenarias que por años han abastecido a los habitantes de la zona. Con el incremento de la población, la demanda y el consumo es mayor; la dificultad de acceder al recurso, también.
“Nosotros traíamos el agua de la fuente, después nos organizamos para hacer una pileta de captación y traer el agua de la montaña a puestos comunitarios; pero con el paso de los años nos dimos cuenta que el nivel de captación había bajado, que la pila se llenaba de lama y había familias que debían salir a media noche a los puestos para acarrear agua”, comparte don Juan, de 48 años, Presidente del Comité de Agua Potable y Saneamiento (CAPS) de la comunidad.
Desde que el nivel de captación disminuyó, muchos hogares se quedaron sin acceso a agua en los puestos comunitarios y por años, se vieron obligados a tomar directamente de los ríos y quebradas. Ante esta realidad, don Juan y todo el equipo del CAPS buscaron ayuda para que todos los habitantes alcanzaran su derecho de consumir agua digna.
“Nosotros estábamos pensando en la forma que todos tuviéramos el agua y aquí es donde acudimos a World Vision. Esta organización estaba empezando a trabajar en nuestra zona y sabíamos que había hecho otros trabajos de agua y saneamiento en comunidades, entonces le pedimos al encargado una reunión.
Desde que el ingeniero vino nosotros le explicamos nuestro problema, pero también nuestro deseo de asumir responsabilidad con el proyecto. Esto a él le gustó y al poco tiempo nos dio la gran noticia que el programa había aprobado un fondo para nosotros”, expresó don Juan.
World Vision Nicaragua desde su programa Agua Segura acompañó la iniciativa del CAPS de la comunidad y apoyó con financiamiento, seguimiento técnico, diseño del sistema y materiales para la construcción del sistema de agua. También, incluyó un componente de higiene con la ejecución de la metodología Familia, Escuela y Comunidad Saludable (FECSA).
Un proyecto de toda la comunidad
“Desde que empezamos a ejecutar el proyecto, no hubo familia que no apoyara. Todos estábamos empapados en el proceso de cómo sería el traslado del agua de la montaña para la comunidad, cómo íbamos a cuidar el agua y lo que íbamos a dar como contraparte.
Toda la comunidad se involucró; en seis días hicimos un zanjeo de 4,250 metros y cada familia dio 3,000 córdobas ($85.00 aproximadamente) para la compra de tubería, medidores, arena, hierro y pago para la construcción de la base donde iba a estar el tanque de 10 mil litros que nos donó World Vision.
Como miembro de esta comunidad y presidente del CAPS no encuentro palabras que digan todo el gozo que siento. Este proyecto nos permitió tener agua directamente en nuestros hogares; ya no vamos a los puestos comunitarios, y qué rico se siente ir al grifo de la cocina y sabrosear un vaso de agua limpia.
Esta comunidad queda empoderada en cuidado del sistema del agua, del agua misma y el medio ambiente. Estamos consciente de la importancia de los medidores y de la responsabilidad que tiene cada hogar con cuidar nuestra fuente”, afirmó.
Con la ejecución de este proyecto, la comunidad junto al apoyo de World Vision Nicaragua lograron que 82 viviendas obtuviesen agua potable por puestos domiciliares, alcanzando a un total de 365 personas.
Al pie de las montañas verdosas de Yalí, la comunidad de don Juan se distingue del resto por su unidad y compromiso con el desarrollo. Su arduo trabajo ha permitido que el sueño que compartían se hiciera realidad: el total de sus hogares con agua limpia, segura y potable.