diciembre 16 2020
Albergue en Bilwi.

Cinco razones por las que no debemos olvidar a los damnificados por el Huracán Iota

Miles de hogares quedaron en escombros tras el paso del Huracán Iota en la Costa Caribe Norte de Nicaragua. El dolor de sus habitantes pareciera no disminuir y las necesidades aún son muchas.

A un mes del paso del ciclón te compartimos cinco razones por las que no debemos olvidar a las y los damnificados.

1. Perdieron sus hogares y medios de vida

Iota entró al país como huracán categoría 5, la potencia de sus vientos doblegó a miles de viviendas de las cuales no quedaron ni las bases. A nivel nacional, más de 45,000 personas fueron evacuadas y repartidas entre 250 albergues en diversas partes del país; principalmente en Puerto Cabezas y el Triángulo Minero.

Don Filemón y parte de su familia visitan el lugar en el que estaba su casa.
Don Filemón y parte de su familia visitan el lugar en el que estaba su casa.

“Tenemos más de 20 años viviendo frente a la playa y nunca habíamos sufrido como ahora. He llorado mucho, mi corazón está roto, me duele. Iota se llevó mi casa, mi ropa, todas mis cosas, no tengo nada”, comparte doña Erlinda, oriunda Bilwi, Puerto Cabezas, quien ahora vive en una casita improvisada con sus dos hijas, sus nietos y su mamá de 95 años.

En menos de 12 horas, Iota acabó con los medios de vida que sustentaban a los hogares de diversas comunidades de Puerto Cabezas. Cientos de árboles fueron derribados desde raíz disminuyendo en gran manera el acceso a frutas locales y tubérculos, los cuales, formaban parte de la dieta de las y los lugareños.

Así mismo, lanchas y pangas pesqueras fueron destruidas por el impacto del huracán, acabando con la actividad principal de sustento económico.

“Perdimos todo. No tengo nada, ni mis redes de pescar con lo que me ganaba la vida, aquí el mar se nos llevó todo”, dice don Filemón, quien vive junto a los 38 miembros de su familia en un albergue comunitario.

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2. Hay escasez de alimentos

Las intensas lluvias y vientos provocados por el Huracán Iota cortó temporalmente los puntos de acceso terrestre de la Costa Caribe Norte con el resto del país, provocando una disminución en el traslado de alimentos y un alza de los precios de los mismos, imposibilitando a las y los damnificados acceder a ellos.

Niñas y niños hacen fila para recibir alimentos en comedor comunitario.
Niñas y niños hacen fila para recibir alimentos en comedor comunitario.

“Es muy lamentable ver a las mujeres embarazadas y a los niños pasar hambre. Las personas que están en los albergues son personas que han luchado toda su vida por tener sus casitas y que de la noche a la mañana pierdan todo es duro”, refiere doña Nohemí, lideresa comunitaria que ha instalado en su hogar un comedor voluntario para acompañar con un tiempo de comida al día a más de 600 personas damnificadas.

3. Sin acceso a agua potable e higiene

El incremento del nivel de mar provocó la crecida de ríos e inundaciones de diversas comunidades de Puerto Cabezas, ocasionando a su vez, letrinas desbordadas que contaminaron el agua de los pozos.

“Con los huracanes que pasaron las aguas de los pozos están contaminadas. Sacamos el agua sucia, pero no tenemos cloro y así la usamos, con eso cocinamos, con eso lavamos, hacemos todo de limpieza. Nosotros necesitamos cloro o un agua potable”, asegura Adelia, damnificada.

Con la falta de agua potable se disminuye la posibilidad de acceder a una higiene comunitaria y personal adecuada. El nivel de necesidad aumenta en el caso de niñas, adolescentes y mujeres en período menstrual que no cuentan con agua limpia ni toallas sanitarias para acceder a una higiene menstrual básica.

Usamos trapitos con nuestra menstruación y como la ropa también se lava con el agua contaminada, nos da enfermedades y mucho dolor”, expone Adelia.

4. Sin medidas de protección ante el COVID-19

La necesidad principal de las y los afectados tras el paso del huracán Iota, es asegurar el alimento diario. Muchas de las familias sobreviven con un tiempo de comida al día y en los albergues no existen las condiciones para establecer distanciamiento físico, las aguas de los pozos fueron contaminadas y no existe la posibilidad de acceder a mascarillas ni alcohol.

Albergue en Bilwi.
Albergue en Bilwi.

“Es duro pasar por tanta necesidad de esta magnitud en medio del COVID-19. En los albergues hay más de 40 personas aglomeradas en un cuartito, sin mascarillas, sin agua, sin jabón. La prioridad es asegurar el alimento y la reconstrucción de sus viviendas; aunque se quiera, no hay recursos ni condiciones para la prevención del virus”, comparte Isabel, Whista comunitaria.

5. La violencia permanente

La destrucción ocasionada por el huracán Iota trajo consigo un aumento en la tasa de pobreza en la Costa Caribe Norte y Triángulo Minero, lo que a su vez incrementó la delincuencia de la zona y la vulnerabilidad de niñas, niños, adolescentes y mujeres a sufrir diversos tipos de violencia.

Paradójicamente, después del huracán el consumo de alcohol, los asaltos y la inseguridad del territorio han aumentado, lo que hace un estallido de la situación de violencia. Ya se han dado casos de niñas y niños secuestrados, de adultos que vienen a negociar con los padres de las niñas y adolescentes el cambio de sus hijas por recursos para reconstruir sus casas, etc.

World Vision ha realizado charlas para enseñar a las niñas y los niños sobre autoprotección.
World Vision ha realizado charlas para enseñar a las niñas y los niños sobre autoprotección.

En los mismos albergues están propensas a sufrir abusos y violaciones porque no hay ni las condiciones mínimas de privacidad. La violencia es un mal que no se detiene ni en pandemia ni en huracanes, al contrario, aumenta y hay que estar pendientes del bienestar de nuestras niñas, niños y mujeres”, comparte Shira Miguel Downs, Directora del Movimiento de Mujeres Nidia White.

Acciones de World Vision Nicaragua

Con el compromiso acompañar a las y los más vulnerables World Vision Nicaragua ha desarrollado diversas acciones para responder a la emergencia humanitaria causada por el paso de los huracanes Eta e Iota.

En la semana del 25 de noviembre al 2 de diciembre, una primera brigada del equipo de Respuesta a Emergencia viajó a Bilwi, Puerto Cabezas, a realizar una evaluación in situ de los daños y el contexto, en este mismo período se entregó una donación de 38 toneladas que contenían paquetes alimenticios, de higiene, ropa y kits lúdicos para desarrollar actividades de recuperación emocional a niñas, niños y adolescentes.

Descarga de ayuda humanitaria en Bilwi.
Descarga de ayuda humanitaria en Bilwi.

Esta semana la organización enviará una segunda brigada de Respuesta a Emergencia a la zona, con el objetivo de desarrollar acciones directas en las áreas de agua y saneamiento, educación y protección.

A un mes del paso devastador del huracán Iota las y los damnificados se aferran a la esperanza de reconstruir sus vidas e iniciar una nueva historia. Sé parte de esta etapa, apoyales en esta navidad con recursos para edificar sus nuevos hogares.

Responder a los desastres está en nuestro ADN. #RespuestaWorldVision #MisiónBilwi

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