Elaborado por: Ana Arely Alvear Alegría / Coordinadora Técnica del Programa Niñez y Adolescencia Libre de Violencia
En cierta ocasión leí un texto de Paulo Coelho que decía “Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción”.
La tengo muy presente, pues hoy (1 de junio) en celebración del Día de la Niñez, cada persona debe reconocer lo imprescindible que es formar en las niñas y niños un carácter genuino y basado en valores, a fin de que aprendan desde muy pequeños que toda acción genera consecuencias.
Sin embargo, es más importante que los adultos reconozcamos – hoy y siempre – que todas nuestras acciones tienen impacto en la vida de las niñas y niños que están en nuestro entono, razón por la cual deberíamos preguntarnos: ¿Qué marcas estoy dejando en la vida de los niños y niñas con quienes me relaciono?
Los adultos debemos tener en cuenta que nos convertimos en el modelo a seguir para la niñez, que aprenden de nosotros y por lo tanto, debemos ser referentes de protección y mentores de vida para las niñas y niños de nuestros hogares, de nuestra iglesia, comunidad y para aquellos a quienes acompañamos a través de nuestro trabajo, con la finalidad de garantizar los medios y condiciones para que desarrollen su pleno potencial dado por Dios.
Cada adulto tiene la gran responsabilidad de crear un entorno protector que facilite la posibilidad de que la niñez pueda crecer, desarrollarse de forma plena, que tengan los medios para diseñar y elegir su proyecto de vida y cuente con los recursos para alcanzarlo. Tenemos la obligación de trabajar para asegurar que cada niña, niño y adolescente pueda ejercer sus derechos y fortalecer su identidad ciudadana.
En el Día de la Niñez, nuestras oraciones a Dios son para agradecer por la vida de cada niña, niño y adolescente de Nicaragua y el mundo. Pedimos también que bendiga y cuide sus vidas, sobre todo la de aquellos que se encuentran en mayores condiciones de vulnerabilidad y son víctimas de la violencia.
Desde World Vision Nicaragua reconocemos que la niñez y adolescencia son la esperanza que nos motiva cada día a trabajar a favor de su bienestar integral, pues nos permite indiscutiblemente asegurar un futuro mejor.
Rogamos que la niñez nicaragüense sea bendecida por Dios y que todos los sectores sociales de nuestro país unamos esfuerzos y voluntades para construir juntos ese futuro que las niñas y niños anhelan y que por derecho les corresponde.
¿Te comprometés a hacerlo?
2 junio 2019
Unos de mis sueños es trabajar con ustedes en pro de la niñez nicaragüense
2 junio 2019
Estoy de acuerdo con ustedes, los niños son un tesoro especial en el corazón de Jesucristo, quien nos enseña el verdadero valor que tiene cada niño, desde que está en el vientre de su madre. Dios les bendiga siempre por trabajar para la niñez en general.
4 junio 2019
Muy poderoso Babe !!!